En estas tres imágenes podemos ver que el ruido acompaña a la educación institucionalizada... pero nunca llueve a gusto de todos.
Unos se quejan de un entorno ruidoso que perturba su confort cognitivo y limita el potencial de aprendizaje.
Otros reivindican que el ruido de niños jugando debe protegerse como parte integral de su educación.
Vecinos, denuncian el ruido de los patios escolares.El conflicto se ha resuelto, con una modificación normativa de marzo de 2025, aprobada por unanimidad en el Parlamento de Cataluña, que establece una excepción con respecto a los umbrales acústicos permitidos como norma general. Vamos, que pueden superar los 55 dB dentro de unos horarios.
La Asociación Catalana Contra la Contaminación Acústica (ACCCA) anuncia que estudiará recurrir contra la revisión de la norma ante instancias judiciales.
Es inevitable el paralelismo con la situación de algunos estadios de fútbol.
Ya se verá.
Más allá de entender la dimensión subjetiva de toda molestia, no sobra que repasemos qué dicen las normas y nuestro nivel de compromiso.
Aspecto | Ley Estatal (Ley 37/2003 + RD 1367/2007) |
Cataluña (Ley 16/2002 modificada) |
Nivel acústico recomendado en aulas | ≤ 40 dB(A) | |
Nivel acústico recomendado en zonas educativas | 55 dB(A) día (06:00-20:00) 45 dB(A) noche (20:00-06:00) |
|
Ruido en patios escolares | Considerado contaminación acústica | Excluido de contaminación acústica entre 7:00 y 21:00 h (blindaje legal) |
Ruido en comedores escolares | Máximo recomendado 60 dB (Riesgo laboral >80 dB) |
No especificado |
Ya abordamos en otro post el reto acústico de los comedores escolares.
Es muy difícil encontrar argumentación educativa que justifique haber convertido de facto el tiempo de comedor escolar, en otra excepción de la protección ante el ruido.
Y mientras docentes, administraciones y familias no lo resolvemos...
Niño, deja ya de joder con la pelota.
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