Entrevista extendida.


¿Está el Ruido Afectando su Aula? 

Guía Práctica para Docentes.


Entrevistador: Buenos días, profesores y profesoras. Hoy abordaremos un tema crucial para el bienestar y el rendimiento en nuestras aulas: el confort acústico. Sabemos que muchos de ustedes tienen conocimientos básicos sobre acústica escolar, y esta entrevista busca ofrecerles herramientas prácticas para identificar problemas, entender cómo verificarlos y conocer soluciones a su alcance.


Pregunta 1: Para empezar, ¿qué señales o síntomas concretos podrían indicar a un docente que su aula está experimentando problemas de confort acústico, incluso antes de realizar mediciones formales?

Respuesta 1: Es una excelente pregunta. Los docentes suelen ser los primeros en percibir estos problemas a través de sus propias experiencias y las de sus alumnos. Algunas señales clave podrían ser:

  • Fatiga vocal frecuente al final del día o de la semana, necesidad de elevar constantemente la voz para ser escuchado, o incluso episodios de afonía. Esto puede ser un indicativo de que el profesor está realizando un esfuerzo vocal excesivo debido al ruido de fondo.
  • Dificultad para que los alumnos comprendan las explicaciones, necesidad de repetir instrucciones con frecuencia o percibir que los estudiantes se distraen fácilmente.
  • Quejas de los alumnos sobre dificultad para oír o entender a sus compañeros o al profesor, especialmente en actividades grupales.
  • Aumento del nivel general de ruido en el aula a medida que avanza la jornada, como si los alumnos compitieran para hacerse oír.
  • Sensación de estrés, irritabilidad o malestar tanto en el profesor como en los alumnos, que podría estar relacionada con un entorno acústicamente desfavorable.
  • Mayor dificultad de concentración por parte de los alumnos, especialmente durante tareas que requieren atención sostenida.
  • Percepción de eco o reverberación excesiva en el aula, que dificulta la claridad del discurso.


Pregunta 2: Una vez que un docente sospecha de problemas acústicos, ¿qué pasos sencillos podría seguir para verificar estas sospechas de forma más objetiva, incluso si no tiene acceso inmediato a equipos de medición profesionales?

Respuesta 2: Aunque las mediciones profesionales son ideales, hay acciones preliminares que pueden aportar información valiosa:

  • Observación sistemática: Prestar atención a los momentos del día o a las actividades específicas en las que el ruido parece ser más problemático. ¿Ocurre más durante las actividades grupales, al final de la jornada, o cuando hay ruido exterior?.
  • Recopilación de feedback de los alumnos: Preguntarles directamente cómo perciben el sonido en el aula, si les resulta difícil escuchar o concentrarse en ciertos momentos.
  • Autoevaluación: Reflexionar sobre la propia experiencia vocal y los niveles de estrés asociados a la actividad docente en el aula específica.
  • Identificación de fuentes de ruido: Tratar de identificar las principales fuentes de ruido, tanto internas (actividad de los alumnos, movimiento de mobiliario) como externas (tráfico, patios).
  • Pruebas informales: Realizar pequeñas pruebas como hablar en voz baja desde diferentes puntos del aula y observar si la inteligibilidad se ve comprometida en alguna zona. También se puede aplaudir y escuchar la duración y las características del eco o la reverberación.


Pregunta 3: Para aquellos docentes interesados en realizar mediciones, ¿cuáles son los parámetros acústicos más relevantes que deberían considerar en un aula y qué unidades de medida se utilizan comúnmente?

Respuesta 3: Para una evaluación básica del confort acústico, los parámetros más importantes a considerar son:

  • Nivel de presión sonora (SPL), medido en decibelios (dB) o, más específicamente, dBA cuando se pondera según la sensibilidad del oído humano a diferentes frecuencias. Este parámetro nos indica la intensidad del sonido. Es importante medir tanto el ruido de fondo como los picos de ruido generados por la actividad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere un nivel de ruido de fondo de 35 dBA durante las lecciones. Se considera contaminación acústica un nivel de 40 dB que dificulte la transmisión del habla.
  • Tiempo de reverberación (TR o RT60), medido en segundos (s). Este parámetro indica cuánto tiempo tarda en decaer el sonido en 60 dB una vez que la fuente sonora se detiene. Un tiempo de reverberación excesivo puede hacer que el habla se vuelva confusa e ininteligible. Los valores recomendados varían según el tamaño del aula y la actividad, pero generalmente no deberían superar los 0.6-0.7 segundos para aulas de métodos de enseñanza flexibles con menos de 40 alumnos. La Sociedad Acústica de América recomienda un máximo de 0.5 s.
  • Índice de transmisión del habla (STI) o Claridad del discurso, parámetros que buscan cuantificar la inteligibilidad del habla en el aula. Aunque su medición requiere equipos más sofisticados, entender el concepto es crucial: un STI alto (cercano a 1) indica una buena inteligibilidad.


Pregunta 4: ¿Qué soluciones de bajo coste y fáciles de implementar están al alcance de los docentes para mejorar el confort acústico en sus aulas, sin necesidad de grandes reformas?

Respuesta 4: Afortunadamente, existen varias estrategias que los docentes pueden implementar con recursos limitados:

  • Gestión activa del ruido: Establecer normas claras con los alumnos sobre los niveles de ruido permitidos durante diferentes actividades. Utilizar señales visuales o sonoras (como un "semáforo del ruido") para recordarles mantener un nivel adecuado.
  • Organización del espacio: Reorganizar el mobiliario para crear zonas más definidas para diferentes tipos de actividades (áreas de trabajo individual, zonas de grupo). Esto puede ayudar a contener el ruido generado en ciertas áreas.
  • Incorporación de materiales absorbentes: Introducir elementos blandos en el aula que puedan absorber el sonido, como paneles de tela, cortinas gruesas, alfombras, o incluso colocar corcho o fieltros en las paredes. Los tablones de anuncios con una base de corcho también pueden ayudar.
  • Uso estratégico de recursos: Durante las actividades que generen más ruido, intentar ubicarlas en zonas del aula menos propensas a propagar el sonido o donde haya más material absorbente.
  • Control de ruido externo: Asegurarse de que las puertas y ventanas cierren correctamente para minimizar la entrada de ruido exterior. Si es necesario abrir las ventanas por ventilación, intentar hacerlo en momentos en que el ruido exterior sea menor.
  • Estrategias pedagógicas: Alternar actividades de alta y baja demanda sonora a lo largo de la jornada. Durante las explicaciones, asegurarse de hablar con claridad y a un ritmo adecuado, utilizando ayudas visuales para complementar la información oral.


Pregunta 5: ¿Qué soluciones más complejas o estructurales podrían considerarse si los problemas de confort acústico persisten a pesar de las medidas de bajo coste?

Respuesta 5: Si las soluciones sencillas no son suficientes, es necesario considerar intervenciones más significativas que a menudo requieren la implicación de la administración del centro y posiblemente expertos en acústica:

  • Instalación de paneles acústicos profesionales: Estos paneles están diseñados específicamente para absorber el sonido en diferentes frecuencias y reducir la reverberación de manera eficaz.
  • Mejora del aislamiento acústico: Intervenciones en paredes, techos y suelos para reducir la transmisión de ruido entre aulas y desde el exterior. Esto podría incluir la instalación de doble acristalamiento en las ventanas o la insonorización de las paredes.
  • Incorporación de techos acústicos: Sustituir los techos convencionales por materiales con propiedades absorbentes del sonido.
  • Revestimientos de suelo acústicos: Utilizar materiales como el linóleo acústico o moquetas para reducir el ruido de impacto generado al caminar o mover el mobiliario.
  • Diseño arquitectónico: En proyectos de reforma o construcción, tener en cuenta desde el inicio los criterios de diseño acústico, como la forma del aula, la disposición de las ventanas y la selección de materiales.


Pregunta 6: En la elección de soluciones acústicas, es fundamental la seguridad frente al fuego. ¿Qué deben tener en cuenta los docentes y los centros educativos para asegurarse de que los materiales y soluciones elegidas cumplen con las normativas de seguridad contra incendios?

Respuesta 6: La seguridad contra incendios es primordial. Al seleccionar cualquier material o solución acústica, es crucial verificar que cumpla con las normativas locales y nacionales vigentes en materia de resistencia al fuego. Esto implica:

  • Solicitar siempre la ficha técnica o el certificado de homologación del material que indique su clasificación de reacción al fuego. Esta clasificación informa sobre cómo el material contribuye a la propagación del fuego.
  • Priorizar materiales con clasificaciones de reacción al fuego adecuadas para su uso en espacios educativos, que suelen ser más restrictivas.
  • Consultar con proveedores o instaladores especializados en soluciones acústicas para entornos escolares, ya que estarán familiarizados con las normativas y podrán ofrecer productos certificados.
  • Evitar el uso de materiales inflamables o que generen humos tóxicos en caso de incendio, incluso si tienen buenas propiedades acústicas.
  • Informarse sobre las normativas específicas de su comunidad autónoma o país, ya que pueden existir requisitos adicionales.


Pregunta 7: Hemos hablado de soluciones físicas, pero ¿cómo pueden las "aulas inteligentes" o la tecnología contribuir a mejorar el confort acústico en el aula?

Respuesta 7: El concepto de aula inteligente precisamente busca integrar la tecnología para optimizar las condiciones ambientales, incluyendo la acústica. Algunas formas en que la tecnología puede ayudar son:

  • Sistemas de monitorización de ruido: Sensores que miden los niveles de ruido en tiempo real y proporcionan información visual (como el semáforo del ruido) o alertas cuando se superan los límites recomendados.
  • Sistemas de sonido direccional o de campo sonoro: Tecnologías que permiten dirigir el sonido de la voz del profesor de manera más uniforme hacia los alumnos, mejorando la inteligibilidad sin necesidad de elevar excesivamente la voz.
  • Sistemas de micrófonos y altavoces para el alumno: En entornos de aprendizaje colaborativo o a distancia, estos sistemas pueden ayudar a que todos los participantes se escuchen claramente.
  • Integración con sistemas de gestión del aula: En el futuro, podríamos ver sistemas que ajusten automáticamente parámetros como el volumen de equipos audiovisuales en función del ruido de fondo.
  • Herramientas de análisis de voz para el docente: Aunque en una fase más incipiente, podrían desarrollarse herramientas que monitoricen la salud vocal del profesor y le alerten sobre posibles riesgos debido al esfuerzo excesivo.


Pregunta 8: Los estudios sugieren que el ruido tiene un impacto negativo en el aprendizaje. ¿Podría explicar brevemente a los docentes cómo afecta el ruido a los procesos cognitivos de los alumnos en diferentes etapas educativas (infantil, primaria, secundaria)?

Respuesta 8: Los efectos del ruido en el aprendizaje son significativos y pueden variar ligeramente según la edad:

  • Infantil y Primaria: Los niños más pequeños son especialmente vulnerables al ruido debido a que sus sistemas auditivos y cognitivos aún están en desarrollo. El ruido puede dificultar la adquisición del lenguaje, la discriminación auditiva, la atención y la memoria de trabajo. Esto afecta directamente a la comprensión de las instrucciones y al aprendizaje de la lectura y la escritura.
  • Secundaria: En esta etapa, si bien los alumnos tienen sistemas más desarrollados, el ruido sigue afectando la atención sostenida, la concentración en tareas complejas, la comprensión de textos y la memoria. El ruido también puede generar estrés y fatiga mental, lo que disminuye el rendimiento académico general. Un meta-análisis reciente indica un impacto negativo moderado del ruido en el rendimiento académico y cognitivo, especialmente en niños de 6 a 12 años.


Pregunta 9: Sabemos que el ruido no solo afecta a los alumnos, sino también a la salud y el bienestar del profesorado. ¿Cuáles son los principales riesgos para la salud vocal y general de los docentes expuestos a un confort acústico deficiente de forma continua?

Respuesta 9: La exposición continua a un mal confort acústico supone riesgos importantes para la salud de los docentes:

  • Problemas vocales: El esfuerzo constante por elevar la voz en entornos ruidosos puede provocar fatiga vocal, disfonía (voz ronca), nódulos o pólipos en las cuerdas vocales, sequedad e irritación de garganta, y afonía recurrente.
  • Estrés y burnout: El ruido constante y la dificultad para comunicarse pueden generar irritabilidad, ansiedad, estrés crónico y aumentar el riesgo de síndrome de burnout.
  • Problemas de concentración y rendimiento: Al igual que en los alumnos, el ruido puede dificultar la concentración y disminuir la eficiencia del trabajo del profesor.
  • Otros problemas de salud: Algunos estudios sugieren una posible relación entre la exposición prolongada al ruido y otros problemas de salud como cefaleas, problemas de sueño e incluso un aumento del riesgo cardiovascular, aunque se necesita más investigación en este ámbito.


Pregunta 10: Para finalizar, ¿qué recursos o dónde pueden los docentes y centros educativos encontrar más información y apoyo para abordar los problemas de confort acústico en sus aulas?

Respuesta 10: Existen diversas fuentes de información y apoyo a las que pueden acudir:

  • Guías y manuales sobre acústica escolar: Buscar guías elaboradas por instituciones educativas, colegios profesionales de arquitectos o ingenieros acústicos. La "Guía de diseño de Smart Classrooms basada en condiciones ambientales" que mencionamos en las fuentes podría ser un buen punto de partida.
  • Asociaciones y sociedades de acústica: Estas organizaciones suelen ofrecer información, recursos y profesionales especializados en acústica arquitectónica y escolar.
  • Departamentos de educación de las administraciones públicas: Pueden contar con normativas específicas, recomendaciones o incluso programas de apoyo para la mejora de las condiciones acústicas en los centros educativos.
  • Empresas especializadas en soluciones acústicas: Pueden ofrecer asesoramiento técnico, mediciones profesionales y soluciones personalizadas para las necesidades de cada aula o centro. Es importante asegurarse de que estas empresas conozcan la normativa de seguridad contra incendios.
  • Investigación académica: Mantenerse al tanto de las últimas investigaciones en el campo de la acústica escolar puede proporcionar información valiosa sobre los efectos del ruido y las soluciones más efectivas. Plataformas como ResearchGate pueden ser útiles para acceder a estas publicaciones.
  • Formación específica: Buscar cursos o talleres sobre acústica escolar dirigidos a docentes, que les proporcionen herramientas prácticas y conocimientos más profundos sobre el tema.


Entrevistador: Muchas gracias por sus valiosas respuestas. Esperamos que esta entrevista haya sido de gran utilidad para los docentes que buscan mejorar el confort acústico en sus aulas, contribuyendo así a un entorno de enseñanza y aprendizaje más saludable y eficaz.

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