12/10/2024

Confort 360: bienestar físico y mejora cognitiva.



Confort 360: Creando el Aula Ideal para el Aprendizaje

El aula es un ecosistema complejo donde diversos factores interactúan para crear un ambiente propicio para el aprendizaje. En este post, exploraremos parcialmente cómo la acústica, la temperatura, la humedad, la iluminación, el nivel de ruido, la reverberación y la concentración de CO₂ se entrelazan para formar lo que llamamos "Confort 360" en los espacios educativos de aprendizaje.

La Sinfonía Invisible del Aula

Mientras que la mayoría de nosotros somos conscientes de la importancia de la temperatura y la humedad en el aula, a menudo pasamos por alto dos factores cruciales: el disconfort acústico y los niveles de CO₂. Estos elementos, aunque menos evidentes, tienen un impacto significativo en el proceso de aprendizaje y el bienestar de estudiantes y docentes.

Reverberación, El Enemigo "Silencioso"

El ruido excesivo y la reverberación en el aula pueden tener efectos negativos en la concentración y el rendimiento académico. Esta situación no solo dificulta la concentración, sino que también puede tener efectos a largo plazo en la salud auditiva y cardiovascular de estudiantes y docentes.

CO₂  El Indicador Invisible de la Calidad del Aire

La concentración de CO₂ es un indicador clave de la calidad del aire interior. Niveles elevados pueden causar somnolencia, falta de concentración y malestar general. En aulas mal ventiladas, los niveles de CO₂ pueden superar los 2.000-4.000 ppm, muy por encima de los niveles recomendados.

La Necesidad de Medir para Mejorar

Para abordar estos desafíos, es crucial medir y monitorear estos factores de manera constante. Como dice el refrán, "lo que no se mide, no se puede mejorar". Por eso, proponemos la creación de un registrador de datos personalizado que nos permita tener un control preciso sobre nuestro ambiente físico de aprendizaje.

Registrador de datos, tu aliado para el Confort 360

Hemos creado un registrador de datos utilizando una plataforma Arduino UNO y los siguientes componentes:
  • Sensor Senseair S8 para medir CO₂
  • BME280 para temperatura y humedad
  • RTC DS3231 para registro preciso del momento de medición
  • Sonómetro con salida DC para medir niveles de ruido
  • Módulo de tarjeta SD para almacenamiento de datos medidos
  • Pantalla LCD para visualización en tiempo real

Este dispositivo nos permitirá:
  • Medir y registrar los niveles de CO₂, temperatura, humedad y ruido en el aula
  • Visualizar los datos en tiempo real
  • Almacenar información para análisis posterior
  • Configurar alertas para niveles fuera de los rangos óptimos

Puedes ver nuestro registrador de datos en la sección CONFORT 360

Mejorando el Confort Acústico

Para mejorar la acústica del aula, podemos implementar algunas medidas sencillas:
  • Instalar paneles acústicos en paredes y techos
  • Utilizar cortinas y elementos textiles
  • Colocar elementos antideslizantes en las patas de sillas y mesas
  • Emplear "Semáforos de Ruido" para concienciar al alumnado sobre los niveles de ruido generados
  • Hacer mediciones y correlacionarlas con la percepción de bienestar



El Confort 360 no es un lujo, sino una necesidad para maximizar el potencial de aprendizaje de nuestros estudiantes. Al prestar atención a estos factores y utilizar herramientas como un registrador de datos, no solo podremos actuar para mejorar el rendimiento académico, sino que también contribuimos a la salud y bienestar de toda la comunidad educativa.

Recuerda: para crear un ambiente de aprendizaje verdaderamente óptimo, debemos ser conscientes de todos los factores que influyen en el confort, especialmente aquellos que a menudo pasamos por alto. 
Medir es el primer paso para mejorar. 

¡Hagamos de nuestras aulas espacios de confort integral!






01/10/2024

Confort acústico en educación infantil

 


El mismo estudiante dibujando un tractor, en aula tranquila y aula ruidosa.
Imágenes del “Sound Education Seminar”, Camilla Lydiksen, CEO ADHD-föreningen.


A un grupo de estudiantes se les pidió que dibujasen concentrados y en un ambiente tranquilo y silencioso “la cosa” que más le gustase.

Por sorteo, correspondió a Midas, un niño sin ninguna patología diagnosticada, volver a hacer su dibujo intentando mejorarlo.

Mientras Midas repetía su dibujo, el resto de estudiantes podían:
- hablar entre ellos
- hablar de Midas pero no hablar con Midas

Al ser una aula no tratada acústicamente, rápidamente se produjo el llamado efecto Lombard, involuntariamente y para entenderse, todos fueron elevando el volumen de la voz. 

Midas se concentró todo lo que pudo y cuando terminó, al mostrar su segundo dibujo, fue consciente de que el primero había sido mucho mejor. Decepcionado dijo “pero si yo me concentré y me esforcé todo lo que pude…”

La diferencia entre los dos dibujos fue únicamente la exposición al ruido.


A quien preguntemos qué alumnos son más ruidosos nos dirán con mucha probabilidad que los de infantil. La paradoja es que los más ruidosos sean los más sensibles al ruido. Paradoja que los condena a la desatención. No conocemos ninguna normativa de acústica escolar que considere la singularidad de los más pequeños.

En uno de nuestros estudios de caso sobre un comedor de infantil, ayudamos a establecer la hipótesis que era el disconfort acústico la causa por la que no querían quedarse a comer.  Cuando hagan la mejora acústica saldremos de dudas.

Además de la mayor sensibilidad al ruido de los estudiantes de educación infantil, tienen menos memoria de trabajo, menos vocabulario, menos conocimiento de la sintaxis y menos independencia de campo (atención selectiva). Todo lo que se necesita para asegurar una buena inteligibilidad y comprensión del lenguaje en la comunicación oral para el aprendizaje.

Ante tanto reto, deberíamos al menos asegurarles un buen entorno acústico que facilite el trabajo de la conciencia fonológica, la comunicación y el bienestar (a los que aprenden y a quienes enseñamos).

Y en términos de inclusión, debemos considerar cuantos estudiantes con dificultades auditivas, con trastornos de desarrollo del lenguaje (TDL) o retraso del lenguaje (RL) se diagnosticarán tardíamente.

Y en términos de acogida, contemplar que las primeras experiencias del alumnado que empieza infantil en un centro determina el vínculo emocional con la institución y con el aprendizaje. 

Sorprende que la acústica de las aulas de infantil sea la misma que va bien para hacer clases magistrales en cualquier otro nivel educativo.
Seamos conscientes que hemos normalizado una acústica deficiente para muchos de los escenarios de aprendizaje tradicionales de la educación infantil y para casi todas las metodologías que intentan dan respuesta a las competencias del siglo XXI (de infantil y de todas las etapas educativas).

La buena noticia es que, a pesar de no controlar la carga cognitiva extrínseca de una acústica deficiente, la escolarización infantil parece reducir algunas diferencias de origen.


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Diferencias en el porcentaje de vocabulario conocido, entre los grupos de alumnado con y sin dificutades de lenguaje. 29 16 7
Ayuso, A & Santiago, R.B. & Ruiz, I (2022) Diferencias de vocabulario en niños con y sin retraso de lenguaje. Universidad de Valladolid.