El 11 de febrero de 1911 el Ayuntamiento de la ciudad acordó construir un nuevo edificio escolar, encargándose del proyecto y dirección de la obra, al arquitecto municipal Pere Caselles i Tarrats.
El edificio fue diseñado a partir de un eje de simetría que lo dividía en dos partes completamente iguales: la parte de los niños, la zona oeste o del paseo, y la parte de las niñas, la zona este, con entrada independiente y rodeada de patios y jardines.
Es de estilo modernista, las fachadas son de baldosa vista, con paneles decorados con cerámica de colores azules y blanco. El tejado está recubierto con tejas árabes y de cerámica vidriada de color verde.
Podríamos destacar elementos de construcción actuales como la ausencia de ángulos rectos (para facilitar la limpieza, según consta en el proyecto), grandes ventanales de 2×3 metros para proporcionar abundante luz natural y rampas de entrada en el edificio.
(Información extraída de la página web del centro educativo)Pero en 1917 la acústica del edificio no generaba la preocupación de ahora.
Las clases eran magistrales y se hablaba de uno en uno, el docente explicando o preguntando y un estudiante contestando. El ruido de circulación de vehículos era insignificante.
Sin duda les habría sorprendido saber que 100 años después, la comunidad educativa se moviliza para pedir un entorno saludable en términos de acústica.
Pero el reto está fundamentalmente en el edificio.
Las mediciones de reverberación de dos aulas tipo y el comedor nos dan unos resultados que duplican o triplican lo recomendado para unas metodologías de aprendizaje en las que los estudiantes adquieren protagonismo y participación mediante el trabajo por proyectos y el aprendizaje cooperativo. Sin duda un aprendizaje con más implicación personal, más participación y necesariamente más ruidoso.
Además, la intervención más sencilla, que consiste en colocar paneles absorbentes en el techo, se complica al ser estos abovedados.
Afortunadamente, al ser los techos altos, hay pared disponible para instalar los paneles.
Aula grande
Medidas: 8,9 m de largo, 7,04 m de ancho y 4,9 m de alto.
Reverberación con mobiliario: 1,85 s (exigido en nueva construcción 0,7 s)
Medidas: 7,05 m de largo, 6,21 m de ancho y 5,09 m de alto
Reverberación con mobiliario: 2,1 s (exigido en nueva construcción 0,7 s)
Es una reverberación muy alta y podemos estimar el efecto de mejora en función de los paneles absorbentes instalados:
Paneles
absorbentes 6m² 12m² 18m² 24m² 30m² 36m² 60m²
Reverberación 2.1s 1.6s 1.3s 1s 0.9s 0.78s 0.69s 0.44
CTE IDEAL EDUCATIU
Puede observarse que los primeros 18 m² tienen un efecto importante al reducir la reverberación a la mitad (coste estimado de 1000€)
Volver a reducir la reverberación a la mitad, para conseguir el ideal educativo en términos de equidad e inclusión, es prohibitivo para la economía de una escuela (coste estimado de 3.500€)
Paneles absorbentes que cumplan la normativa de fuego, pudiendo ser:
- de espuma de resina de melamina, de 4.5 cm de grosor
- de fibra de poliéster no tejida y prensada, de 5 cm de grosor y con tratamiento retardante para fuego
- de fibra de vidrio (con marco y forro ignífugos)
Podéis ver las características de cada material en la página ORIENTACIONES
Comedor.
Medidas: 15,26 m de largo, 4,75 m de ancho y 5,1 m de alto.
Reverberación con mobiliario: 1,9 s (exigido en nueva construcción 0,8 s)
En conjunto, es una situación que acumula casi todas las dificultades que complican la inteligibilidad de la comunicación oral.El entorno ruidoso que invade las aulas por un aislamiento deficitario, obliga a elevar la intensidad de la voz para alcanzar una inteligibilidad suficiente, pero entonces la alta reverberación interfiere severamente.
El coste cognitivo y atencional es previsiblemente alto. Especialmente en los estudiantes más jóvenes (infantil y ciclo inicial) y en los que tengan alguna dificultad de aprendizaje relacionada con la atención o el lenguaje.
Utilizando el concepto del pedagogo Loris Malaguzzi, en este caso "el tercer maestro" actúa en contra del aprendizaje.
Dada la complejidad del caso, necesitamos revisar las definiciones de confort acústico y fundamentarnos en más mediciones.
¿Qué dice la normativa para nuevas instalaciones educativas?
El Código Técnico de la Edificación (CTE) establece parámetros acústicos específicos para espacios educativos en su Documento Básico HR de protección frente al ruido. Estas normas son de obligado cumplimiento en construcciones con licencia municipal posterior al 23 de octubre de 2008.
Niveles de ruido admisibles
El CTE clasifica el ruido en aulas según el nivel de ruido exterior (Ld):
Ruido exterior (Ld) Ruido máximo en aula
≤ 60 dB 30 dB
60-65 dB 30 dB
65-70 dB 32 dB
70-75 dB 37 dB
>75 dB 42 dB
Tiempos de reverberación
Los límites varían según el volumen y uso del espacio:
EspacioVolumen (m³) Tiempo máximo (segundos)
Aulas vacías <350 0.7
Aulas con butacas <350 0.5
Comedores 0.9
Zonas comunes 1.5-2
¿Qué realidad nos muestra las mediciones?
En todos los parámetros de confort acústico que condicionan la comunicación y el aprendizaje, el alumnado y el profesado están en unas condiciones mucho peores que si estuviesen en una aula construida/rehabilitada después de 2008.
Medido CTE (1)
Ruido de fondo 49 dB 37 dB
Reverberación 2.1 s 0.7 s
(1) Código Técnico de Edificación. Normativa española para construcciones posteriores a 2008.
Una en el interior de un aula y la otra en el exterior de la ventana de la misma aula.
Las mediciones nos han aportado datos de 24 h diarias durante una semana completa (50.000 mediciones)
La tabla muestra los valores medios en horario escolar, de 9 h a 16 h.
Ruido exterior Ruido interior Ruido de fondo (2)
Lunes 72 dB 66 dB 49 dB
Martes 73 dB 67 dB 50 dB
Miércoles 71 dB 70 dB 48 dB
Jueves 72 dB 66 dB 48 dB
Viernes 71 dB 64 dB 48 dB
Sábado 67 dB 44 dB 44 dB
Domingo 65 dB 41 dB 41 dB
(2) El ruido de fondo es el que corresponde al ruido exterior que entra en el aula. El ruido interior medido suma al ruido de fondo el que hace el alumnado.
Según el CTE, con el nivel medido de ruido exterior, el ruido de fondo interior no debe superar los 37 dB. Las mediciones nos dan 49 dB, lo que evidencia un déficit de aislamiento acústico.
Con las mediciones del sábado y domingo (sin alumnado) hemos calculado(3) el aislamiento acústico de las ventanas actuales: 21 dB (4)
Conclusiones
Ante la evidencia de los datos podemos afirmar que estamos ante el caso más complejo de los estudios de caso realizados en otros centros educativos.
Para mejorar la situación hay que intervenir en dos direcciones:
- aumentar el aislamiento del ruido exterior (renovar ventanas)
- reducir la reverberación interior (paneles acústicos)
Es importante ser conscientes que los datos de referencia del CTE son criterios constructivos, no educativos.
Los criterios educativos para el confort acústico son aún más exigentes cuando consideramos:
- lo que precisan las metodologías de aprendizaje del s. XXI
- la inclusión de las dificultades de los que aprenden
- las evidencias en la investigación educativa y del aprendizaje
- el bienestar docente
Ante esta realidad es fácil plantear la cuestión del confort acústico y la igualdad de oportunidades entre centros educativos, pero que no nos distraiga de asegurar la equidad interna.
(3) Fórmula de cálculo R = dB₁ - dB₂ + 10log(S/A)
Donde:
dB₁ = Nivel de ruido exterior (dB)
dB₂ = Nivel de ruido interior (dB)
S = Superficie del cerramiento (m²)
A = Absorción acústica equivalente del local (m²)
La absorción acústica equivalente está relacionada con el tiempo de reverberación mediante la fórmula de Sabine:
A = 0,16 × V / TR
Donde:
V = Volumen del recinto (m³)
TR = Tiempo de reverberación (segundos)
(4) Aislamiento acústico de algunas soluciones habituales de ventanas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario