(Si no es momento de lectura, puedes informarte con el pódcast sobre el tema.)
Ventilación en el Aula:
Oxigenando Mentes para el Aprendizaje Profundo
Colegas docentes,
Históricamente, el dióxido de carbono (CO₂) en interiores se consideraba solo un indicador de otros contaminantes [Satish et al., 2012; Wargocki et al., 2020]. Sin embargo, ahora sabemos que las altas concentraciones de CO₂ tienen efectos directos y perjudiciales en el rendimiento cognitivo y la toma de decisiones [Satish et al., 2012; Bariselli, 2024; Fan et al., 2023]. Nuestro cerebro, que evolucionó con alrededor de 280 ppm de CO₂, no está diseñado para metabolizar de forma duradera las concentraciones mucho mayores que a menudo se encuentran en interiores modernos [Bariselli, 2024].
El Impacto del CO₂ en la Función Cognitiva:
Estudios recientes son claros:
• Deterioro Cognitivo Directo: La exposición a CO₂ puede reducir drásticamente el rendimiento cognitivo [Bariselli, 2024]. En promedio, un aumento de 400 ppm en la concentración de CO₂ se asocia con una disminución media del 21% en la función cognitiva [Bariselli, 2024].
• Cifras Alarmantes en Aulas: Las aulas a menudo superan las 1.000 ppm de CO₂, y una proporción significativa excede las 2.000 ppm, con picos de más de 3.000 ppm [Satish et al., 2012]. De hecho, el rango de concentración media de CO₂ que se detecta en el 64 % de las aulas escolares durante una clase es de 2500-4000 ppm [Bariselli, 2024]. A 1.000 ppm, el rendimiento en la toma de decisiones disminuyó moderadamente [Satish et al., 2012], y a 2.500 ppm, las reducciones fueron sustanciales, afectando habilidades como el uso de información, la iniciativa y la estrategia [Satish et al., 2012; Bariselli, 2024].
• Mejora del Rendimiento: Reducir el CO₂ en el aula de 2.100 ppm a 900 ppm podría mejorar la velocidad en tareas escolares un 12% y la precisión un 2% [Wargocki et al., 2020]. Disminuirlo de 2.400 ppm a 900 ppm se asoció con una mejora del 5% en las pruebas nacionales [Wargocki et al., 2020]. Incluso, una reducción de CO₂ de 4.100 ppm a 1.000 ppm se vincula con un aumento del 2,5% en la asistencia escolar diaria [Wargocki et al., 2020].
• Vulnerabilidad Infantil: Los niños en edad escolar pueden ser más vulnerables a los efectos negativos de las altas concentraciones de CO₂ que los adultos [Fan et al., 2023]. Incluso mostrando una ligera disminución en la precisión de tareas sencillas a niveles de 1.500-3.000 ppm [Fan et al., 2023].
• La Paradoja de la Concentración: Curiosamente, un índice llamado "actividad enfocada" (capacidad de concentración) puede parecer que mejora a altas concentraciones de CO₂[Satish et al., 2012; Bariselli, 2024]. Esto ocurre porque el cerebro, al percibir que pierde lucidez, intenta compensar "sobreconcentrándose" en detalles pequeños a expensas de una visión más amplia, un mecanismo que nos hace creer que funcionamos bien cuando en realidad estamos comprometidos [Satish et al., 2012; Bariselli, 2024].
• Exposición Prolongada: La exposición continua a niveles elevados de CO₂, especialmente más allá de los 120 minutos, puede exacerbar los efectos adversos en el rendimiento de tareas cognitivas complejas [Fan et al., 2023]. Los cambios en la función cognitiva pueden ser una preocupación con la exposición prolongada, incluyendo posibles efectos en la memoria, la capacidad de aprendizaje, la concentración y la velocidad de procesamiento de la información [Bariselli, 2024].
Ampliemos el Sentido de la Ventilación:
Ventilar adecuadamente no es solo para la salud física, sino para la salud cognitiva [Bariselli, 2024]. Es una inversión directa en la capacidad de nuestros estudiantes para pensar con claridad, ser creativos y aprender de forma profunda y significativa.
La recomendación es clara: Mantener las concentraciones de CO₂ por debajo de 1.000 ppm en las aulas es crucial para el rendimiento académico de los niños [Fan et al., 2023]. Esto requiere una tasa de ventilación mínima de 7 L/s por estudiante [Fan et al., 2023]. Como docentes, tenemos el poder de optimizar el ambiente de aprendizaje, favoreciendo no solo la prevención de enfermedades, sino también el máximo potencial cognitivo de nuestro alumnado.
Recordemos de nuevo a William Thomson, lord Kelvin (1824):
- Lo que no se define, no se puede medir
- Lo que no se mide, no se puede mejorar
- Lo que no se mejora, se deteriora
Las investigaciones recientes nos aportan un conocimiento que define el reto, ahora necesitaremos disponer de instrumentación para medir los niveles de CO₂.
Encontraréis propuestas en la sección TALLER.
Deseando un buen curso a docentes y alumnado:
que la ventilación os acompañe en el aprendizaje.